Defendamos la ciudad

Columna de opinión de Carlos Cuadrado S. Director Ejecutivo Grupo Vértice. Basta con hacer una somera revisión de los libros de historia y remontarnos a los orígenes de nuestra historia republicana para darnos cuenta que desde siempre, la componenda, el arreglín, la colusión, la pasadita, la mojada, la martingala y el artilugio han formado parte del ethos nacional. Tendríamos que hacer un listado interminable de sucesos que caen dentro de esta categoría de adjetivos y que se dan en todas las esferas de la vida cotidiana, a las que al parecer como ciudadanos nos estamos acostumbrando y hasta resignando. El reciente reconocimiento de Farmacias Ahumada de concertar precios con Salcobrand y Cruz Verde -conformando un verdadero triopolio-, es una muestra más de los abusos que la legislación chilena permite al no regular de forma adecuada el mercado, en pos de una mal entendida libertad económica. La multa de 1 millón de dólares impuesta a la cadena farmacéutica por reconocer este hecho es irrisoria e irritante, toda vez que durante los meses que estuvieron coludidos en concertar los precios de los medicamentos, lograron ganancias muy superiores a la sanción impuesta por la Fiscalía Nacional Económica., que originalmente era 15 veces mayor, pero que fue rebajada como parte del acuerdo conciliatorio entre el organismo fiscalizador y la entidad comercial. Pero ¿quién le responde a los miles de chilenos que durante este período fueron víctimas de abusos arbitrarios, si no pueden recurrir a los tribunales a exigir que les devuelvan el dinero que pagaron por el sobreprecio? En un ámbito tan relevante como la salud de las personas y donde un número importante de la población perteneciente a la tercera edad utiliza gran parte de sus escasos recursos en remedios, no se pueden aceptar violaciones tan deleznables. Es en este momento que me gustaría ver al candidato presidencial de derecha, Sebastián Piñera, y a los dirigentes de su sector, alzar la voz con la misma fuerza que lo hacen en temas valóricos para defender los intereses de los ciudadanos frente a un sistema neoliberal que dejado a su libre albedrío es depredador e insaciable. Molesta el silencio de la oposición cada vez que aparecen fallas de mercado tan evidentes y que obligan a reforzar la idea de que el Estado debe tener una mayor presencia regulatoria que la que posee actualmente, pero como son ellos los principales precursores de este modelo, se quedan callados. ¿Están dispuestos los parlamentarios de la Alianza por Chile a impulsar proyectos de ley que corrijan estas anomalías?; ¿Cuáles son sus propuestas al respecto?; ¿Contemplará estas materias Piñera en su programa de gobierno durante la campaña presidencial?; ¿Insistirá la derecha en que el Estado debe tener nula injerencia en la economía? Los chilenos no nos podemos quedar impávidos frente a situaciones de esta naturaleza y debemos exigir a las autoridades competentes que legislen para impedir que se sigan cometiendo aberraciones como ésta y que investiguen también a mercados como supermercados, inmobiliarias, industria automotriz y tantas otras áreas que actualmente se encuentran en una nebulosa.