24 Marzo 2009

Necesitamos más agua, más árboles y no más casas en Santiago

Columna de opinión de Alejandro Jiménez M.

Columna de opinión de Alejandro Jiménez M. Bajo el título "Seremi precisa Plan Regulador de Santiago" el Diario La Nación nos informa hoy lunes 23 de marzo de 2009, que el Seremi de Vivienda metropolitano, Carlos Estévez, señaló que la propuesta de modificación del Plan Regulador de Santiago toma en cuenta las proyecciones de crecimiento demográfico del Gran Santiago. Según el INE, explicó, se estima que en la periferia poniente y sur de la capital, con o sin PRMS, residirán 1,6 millones de nuevos habitantes. "Siendo este crecimiento un hecho, el debate se ha puesto en cómo se puede crecer con estándares de calidad, para tener una ciudad más verde, más integrada y mejor conectada", concluyó. Hasta cuando los funcionarios no hacen su pega. Con este criterio, como todos sabemos que vamos a morir, para qué preocuparnos de la salud. Basta que la gente se muera. Eliminamos a los médicos, a los investigadores y los hospitales. Total, está claro que vamos a morir. No, señor Estévez, su pega consiste en lograr que los chilenos vivamos mejor. Y si la ecuación es que en las actuales condiciones " en la periferia poniente y sur de la capital, con o sin PRMS, residirán 1,6 millones de nuevos habitantes" su pega consiste en modificar esta ecuación. La demografía es una disciplina muy importante, que nos entrega datos para planificar políticas públicas en beneficio de los ciudadanos. No es una disciplina para tomar sus datos y ponerse a buscar parches ante lo inevitable. Un solo dato. ¿De dónde va a salir el agua para que beban los millones de nuevos santiaguinos que algunos burócratas creen que inevitablemente seguirán incrementando nuestra ciudad? O no saben que actualmente nos estamos bebiendo nuestros glaciares y que la reposición de agua es menor al consumo. ¿Han hecho alguna acción para mantener constantes las reservas de agua? Santiago no resiste más de 3 millones de habitantes y tiene 6. Quisiéramos saber qué está haciendo el Seremi de Vivienda para reducir la carga de habitantes en nuestra cuenca, en lugar de escucharlo decir cómo seguir destruyendo nuestro cordón verde circundante a causa de inevitables avalanchas humanas. Plebiscito en Vitacura. Por su parte, el arquitecto Cristian Boza aseguró días atrás que “es absurdo hacerle caso a los vecinos, que pretenden seguir viviendo debajo de una palmera frente a una ciudad que crece", y que "la victoria de Salvemos Vitacura sienta un precedente muy malo, porque todo el mundo va a querer opinar sobre su arquitectura y el orden de la ciudad", refiriéndose al plebiscito que se vivió el pasado domingo en la comuna de Vitacura. Al respecto cabe señalar que de las palabras de Boza se desprenden varias cosas: En primer lugar, se desprende que hay algunos tecnócratas que no han aprendido que los ciudadanos tenemos el derecho y la obligación de hacer valer nuestras opiniones sobre cómo queremos vivir y qué país queremos legarle a nuestros hijos y nietos. En segundo lugar, queda meridianamente claro que la arquitectura, y otras disciplinas también, son demasiado serias e importantes para todos, como para dejarlas solamente en manos de los profesionales, burócratas y empresarios sectoriales. En tercer lugar, habla de la ciudad que crece y de cual debe ser el orden de la ciudad. ¿Y por qué no deberíamos hablar los santiaguinos sobre Santiago? Y quien le dijo al señor Boza que queremos que la ciudad siga creciendo hasta ahogarnos. ¿Por qué debemos cambiar todas nuestras formas de vida? No ha pensado acaso que cada vez hay más personas que nos cuestionamos el tamaño de Santiago y que queremos una ciudad a escala humana. ¡BASTA YA! No queremos que Santiago siga creciendo, ni en habitantes, ni en densidad, ni en extensión, ni en polución. Y si eso implica poner los incentivos en nuestras Regiones, bien por ellas, que sufren con el centralismo exacerbado. Queremos políticas públicas que nos hagan más agradable la vida. Queremos calidad de vida. Y por todo ello felicitamos a los que impulsaron el plebiscito en Vitacura. Glaciar que provee agua a Santiago desaparecerá en 50 años. La Dirección General de Aguas de Chile (DGA) advirtió en 2008 que el glaciar Echaurren, ubicado a 50 km de Santiago y que abastece a la capital chilena con el 70% del vital líquido, podría desaparecer en el próximo medio siglo. Un programa de estudios que inició la Unidad de Glaciares y Nieve de la DGA sobre este glaciar indicó que el Echaurren retrocede sus hielos hasta 12 metros anuales en períodos críticos. "Estos son glaciares en extinción", señaló Antonio Vergara, nivomensor de la DGA, quien ha recopilado información con respecto a la pérdida de masa de los glaciares cercanos a Santiago en los últimos 35 años. Los especialistas estimaron que, de continuar las tasas de retroceso actuales, Echaurren y otros glaciares más pequeños en el área circundante a la capital chilena podrán desaparecer en el curso de 50 años. El glaciar Echaurren alimenta al río Maipo -clave para la agricultura de Santiago-, y de manera indirecta a través del Maipo, riega también al Canal San Carlos y al Río Mapocho, fuentes de agua que cruzan la ciudad. "La escasez de agua generada por la pérdida de este glaciar subirá a tal punto el costo de los recursos hídricos que obligaría a buscar nuevas fuentes de suministro, provocando, incluso, desplazamientos de población de envergadura en la zona central de Chile", advirtió Vergara. Ubicado a sólo 50 km al este de Santiago, en la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes, el glaciar Echaurren es uno de los 10 más estudiados del mundo y se le considera como "referente en los estudios globales de cambio climático", dijo el director de la DGA, Rodrigo Weisner. Y esto solamente en las condiciones actuales. ¿Qué nos pasaría si un volcán de los que están tan "inactivos" como el Chaitén tuviera la mala ocurrencia de activarse en las cercanías de las fuentes de agua de Santiago? El clamor de los ciudadanos. Necesitamos personas que piensen CHILE con mayúscula, que interrelacionen las diferentes variables y que le quiten el juguete a los sectorialistas antes que sea tarde. Necesitamos también escuchar a la gente común y corriente, que muchas veces tiene la solución de los problemas y no es escuchada.



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