Defendamos la ciudad

Carta al director de Waldo López de la Fundación Defendamos la Ciudad. SEÑOR DIRECTOR: El editorial de La Tercera sobre el límite urbano de la ciudad de Santiago y el hecho que las políticas públicas lo vuelvan a utilizar como herramienta de ordenación territorial, publicado el sábado recién pasado en ese medio, es una muy oportuna y valiosa reiteración ciudadana en favor de mejores decisiones públicas en esta materia. El texto alude a que la última vez que se amplió el límite urbano a Santiago fue hace solo dos años. Era la cuarta vez, y se hizo a pretexto que entonces se iba a contar con terrenos urbanos suficientes para los próximos 30 años. Que se vuelva a lo mismo significa que se tomó una decisión pública apresurada. El Fondo Monetario Internacional (FMI), un reciente informe de cuatro universidades al Consejo Regional, y el acopio de diversas y bien fundadas observaciones recogidas por la prensa desde que esta nueva ampliación fuera anunciada, recalcan sus externalidades medioambientales negativas, las plusvalías en pugna que genera y el voluntarismo de la ordenación territorial que propicia. No parece lógico ampliar por quinta vez el límite urbano de Santiago sin esperar la modificación de la Ley General de Urbanismo y Construcciones que se encuentra en trámite parlamentario, precisamente con el fin de mejorar las normas que rigen el ordenamiento de la ciudad. Es de esperar que haya oídos oficiales disponibles para acoger las importantes y muchas voces calificadas, algunas de las que alude esta carta, para que se adopte la única decisión pública razonable que aún está disponible: Actuar sin precipitarse. No es el momento de volver a ampliar el límite urbano de Santiago. Falta validar que sea pertinente, necesario y oportuno.