Defendamos la ciudad

Carta al director de Hugo Zunino, publicada en blogs de El Mercurio el 01 de diciembre de 2008. Señor Director: Impactante es la crónica "Ya están construyendo en la punta del cerro" publicada la semana pasada en su diario. Revela con claridad una actitud instalada con fuerza en el país: la imposición de la codicia de unos pocos sobre el bien común. Conozco técnicamente muy bien los fundamentos de un grupo importante de científicos chilenos -al cual me siento incorporado- para hacer ver a la comunidad nacional los valores esenciales de la ecología dentro de la sociedad actual y su impacto sobre las generaciones futuras. El caso del cerro Manquehue caracteriza palmariamente la codicia de unos pocos, expresada por una sociedad de inversiones que desea multiplicar sus US$ 15 millones sobre la base del anhelo de 25 familias de "disfrutar a todo trance" de viviendas instaladas en el único ecosistema natural ubicado a cinco minutos de la ciudad. Los esfuerzos de investigadores como Celis, Armesto, Kalin, Simonetti, Borie, abogado Cruzat y tantos otros se enfrentan a fútiles, pero eficaces, argumentos de tipo legalista que sólo se defienden con leyes y decretos, en cuya dictación sólo se aprecia la intención de privilegiar los "negocios" sobre el bien común al privatizar ecosistemas que son verdaderos relictos de nuestro pasado verde. Mi trayectoria científica y académica me ha mostrado cómo, a lo largo de país, el patrimonio del suelo chileno se está prácticamente evaporando al son de la codicia. Este caso insólito del cerro Manquehue constituye ahora la demostración más grave de que -pese a los avances de una democracia que se dice participativa- el país se encamina rápidamente a asegurar sólo desiertos y páramos a nuestras generaciones futuras.