Columna de Patricio Herman, publicada en La Nación, 7 de abril de 2008. Es bien conocido el conflicto entre el consorcio Hidroaysén, conformado por las empresas Endesa y Colbún, que pretende represar los caudalosos ríos Pascua y Baker para construir centrales hidroeléctricas cuya producción se transportaría al norte del país por Transelec, y los grupos ciudadanos defensores de la Patagonia chilena, que se oponen a esta intervención. Según el libro "Patagonia Chilena ¡sin represas!", la línea de transmisión sería la más larga del mundo (2 mil 200 kilómetros), pasaría por ocho regiones y 200 comunas y miles de predios se verían afectados debido a las torres de alta tensión y -lo que no es menor- doce de áreas silvestres protegidas sufrirían algún impacto por el trazado. El proyecto está pensado para suministrar energía a las empresas que explotan el cobre y otros minerales en el norte del país. En la comuna de Tortel se realizó una consulta ciudadana convocada por su alcalde. La comunidad expresó su rechazo al proyecto. Setenta y ocho por ciento de los 161 votantes votó contra la iniciativa y 22% correspondió a quienes la aprobaron, más nulos y blancos. Fue un ejercicio de participación ciudadana, pero como las consultas no son vinculantes, sus resultados no tienen un efecto práctico. En el artículo cuarto de la Ley Orgánica de Municipalidades se establece que estas corporaciones pueden desarrollar directamente, con otros órganos del Estado, funciones asociadas a educación, cultura, salud pública y diferentes materias de interés ciudadano, incluyendo la protección del medio ambiente. Esta legislación expresa las instancias de participación de la ciudadanía en materias relevantes relacionadas con el desarrollo de las comunas. Es legítimo que las municipalidades se relacionen con las comisiones regionales del medio ambiente para abordar en conjunto estos asuntos. El plebiscito, que sí es vinculante, está considerado en el artículo 99 de esta ley, que define cuáles son las materias plebiscitables. Dice textualmente: ... "u otras de interés para la comunidad local", siendo que el aspecto ambiental es prioritario para los habitantes de Tortel, Cochrane y O’Higgins. Sería deseable que las autoridades de estas comunas utilicen la herramienta democrática del plebiscito entre enero y febrero de 2009 -en 2008 no se puede realizar- y que su resultado sea tomado en cuenta en la calificación del estudio de impacto ambiental (EIA), teniendo presente que deberán ir a las urnas al menos 50% de los ciudadanos inscritos en los registros electorales para que el resultado obligue o al menos induzca en este caso en particular. Más de alguien cuestionará esto, porque se dirá que mezclamos asuntos de competencia municipal (plebiscito) con otros generales (EIA). Es discutible, porque el tema de estas represas debería ser abordado con imaginación y así decidir de forma equilibrada. Ojalá los tres alcaldes se preparen para convocar a plebiscito. Como éste tendría un alto costo, debido a todas sus formalidades, esperaríamos que el Gobierno ciudadano de Michelle Bachelet, mediante la Intendencia, coopere con el máximo de recursos económicos para que las personas, de manera libre e informada, decidan si están a favor o en contra de las represas, cuestionadas en días recientes incluso en la sección editorial de The New York Times. Si se decide la convocatoria, los medios de esa región de vocación turística tienen un gran desafío para difundir en iguales condiciones los pro y los contra de esta inversión. Los ciudadanos deben conocer el máximo del proyecto, en especial sus externalidades, positivas o negativas. Así, sus votos serán responsables y la Corema calificará en conciencia. *Fundación Defendamos la ciudad
07 Abril 2008
La Patagonia y las represas
Columna de Patricio Herman, publicada en La Nación, 7 de abril de 2008.
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Patricio Herman
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