17 Mayo 2007

Bush: Difusor Nuclear

Columna de Felipe Portales, publicada en La Nación, 17 de mayo de 2007.

Columna de Felipe Portales, publicada en La Nación, 17 de mayo de 2007. Con su agresión a Irak, la lección de Bush a los adversarios de EEUU es que deben desarrollar estos dispositivos nucleares (biológicos y químicos) si es que desean verse libres de un ataque “preventivo” La Nación EN RELACIÓN CON EL tema de las armas nucleares, lo primero que se constata es su carácter irracional e, incluso, demencial. Irracional puesto que los daños que irroga su utilización pueden llegar a ser muchísimo mayores para las partes que los beneficios que reporte un triunfo bélico obtenido a causa de su uso. Y demencial porque los eventuales efectos de una guerra nuclear pueden ser literalmente apocalípticos. Por tanto, las naciones que han desarrollado esos arsenales comparten el privilegio triste de la degradación moral que conlleva aterrorizar al mundo a este extremo y estar dispuesto a generar una catástrofe global en la prosecución de sus objetivos nacionales. Agrava lo anterior el hecho de que las cinco potencias legalmente nucleares son las que tienen un poder de veto absoluto en las Naciones Unidas y a que, observando los últimos siglos, están en el rango de los países más belicosos del planeta. Dado esto, cualquier esfuerzo en busca de la no proliferación nuclear que mantenga el privilegio de la posesión de dichas armas en determinados países -como el del actual tratado mundial sobre la materia- no tiene ninguna perspectiva de éxito en el largo plazo. En la práctica, la mantención de aquel privilegio constituye un fuerte estímulo para que otros países de ciertas dimensiones -y en particular si experimentan agudos diferendos con otras naciones- accedan al estatus de país con armas nucleares. Todo esto se ha visto empeorado con la ilegal e ilegítima invasión de Estados Unidos a Irak efectuada por el Gobierno de George W. Bush. Ilegal porque se realizó al margen de las normas establecidas por la Carta de la ONU, e ilegítima porque se pretendió justificar con falsos motivos. En verdad, la actuación de la Casa Blanca ha excedido todos los límites de la inconsecuencia, porque los gobiernos estadounidenses anteriores apoyaron la gestión de Sadam Hussein cuando -como su virtual aliado- empleó armas químicas de destrucción masiva en su guerra de agresión a Irán y en su genocidio contra los kurdos. Es decir. ¡lo apoyó cuando empleó dichas armas! y, posteriormente, cuando se convirtió en un adversario, ¡lo atacó arguyendo falsamente que todavía tenía arsenales con ellas! Pero además al agredir a un país que se sabe carecía de armas nucleares (ni químicas o biológicas), el Gobierno de Bush ha incentivado el armamentismo nuclear (biológico y químico) de sus adversarios. Tanto porque esos países verán a Estados Unidos como un adversario extremadamente peligroso, que no se sujeta a las normas más elementales del derecho internacional, como porque será mucho más difícil que sean atacados si llegan a poseer realmente tales armas de alcance masivo. Bush se atrevió a atacar a Irak, que claramente no disponía de estos artefactos, pero no a Corea del Norte (enemigo por antonomasia) que sí las tenía. Ambos formaban parte del Eje del mal, pero quien fue respetado fue el que evidentemente las tenía. Obviamente, con su insensata agresión e invasión a Irak, la lección de Bush a los adversarios de EEUU es que deben desarrollar estos dispositivos nucleares (biológicos y químicos) si es que desean verse libres de un ataque “preventivo” por parte del gran país del norte...



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