Defendamos la ciudad

Carta al director de El Mercurio de Valparaíso, por Paloma Baytelman, 12 de enero de 2007. Señor Director: A través de sus páginas quisiera cuestionar el rigor con que se plantea el editorial del jueves 11 de enero del Diario El Mercurio de Valparaíso, donde se elogia el trabajo que ha desarrollado la Oficina de Gestión Patrimonial del municipio de esa ciudad, por haber coordinado y proporcionado “una efectiva rehabilitación y revitalización patrimonial”. A mi entender este texto no sólo es parcial, sino que erróneamente destaca a un organismo que ha hecho un mal trabajo en lo que se refiere a la defensa del patrimonio de Valparaíso, respaldando o haciendo la vista gorda frente a varias situaciones. Basta con señalar sólo algunos hechos que han ocurrido durante los últimos meses, como la construcción de un supermercado a pocos metros de la Iglesia La Matriz, el templo más antiguo de Valparaíso, en pleno casco histórico de la ciudad; la inminente edificación de un centro comercial en el borde costero; y el alza del ascensor Concepción de $200 a $500, causando perjuicios tanto a residentes, como a visitantes, ya que se trata del único medio de transporte con el que cuenta el Cerro Concepción, hecho que significa un abuso de posición dominante, según lo establece el Decreto Ley N° 211. Para mí, estos ejemplos no dan cuenta de una buena gestión, sino todo lo contrario. Paloma Baytelman Leer editorial: Adecuada gestión patrimonial El primer año de labor de la Oficina de Gestión Patrimonial de la Municipalidad de Valparaíso, es auspicioso en su misión de coordinar y propiciar una efectiva rehabilitación y revitalización patrimonial de la ciudad. Hoy está plenamente asumido que no basta que Valparaíso, o una parte importante de su casco histórico, haya sido nominado como Patrimonio de la Humanidad, para que ello se traduzca en un integral aprovechamiento y, como natural consecuencia, en un mayor desarrollo de la comuna. El patrimonio y sus recursos deben ser debidamente administrados, coordinados y encauzados, aparte de otra serie de acciones encaminadas hacia el rescate de lo verdaderamente valioso de la ciudad, para que esta anhelada nominación sea plenamente aprovechada por la ciudad. Así lo entendió la Municipalidad de Valparaíso, consciente de que era necesario propiciar y desarrollar una coordinación efectiva, tanto de los entes privados como públicos, para un mejor logro de los recursos y de los esfuerzos. Es así como fue organizada la Oficina de Gestión Patrimonial, a cargo de la arquitecta Paulina Kaplan Depolo, que ha exhibido, junto a su equipo, una meritoria labor. En el primer año de su funcionamiento, esta oficina ostenta con orgullo un resultado bastante auspicioso, que es la inversión, tanto por privados como por organismos estatales y municipales, de más de 15 mil millones de pesos orientados hacia el rescate patrimonial, principalmente, en la construcción y habilitación de hoteles, viviendas y equipamiento urbano y recuperación de espacios públicos en el sector patrimonial de Valparaíso. La propia arquitecta ha trazado el camino, al sostener que se hizo necesaria la gestión del patrimonio como una herramienta del desarrollo de la ciudad, entendiendo que el destino de una ciudad patrimonial, va desde la rehabilitación a la revitalización, en este caso no sólo del área protegida, sino de todo el anfiteatro de la ciudad puerto. La ciudad de Valparaíso, con sus autoridades y actores sociales, realizaron un gran trabajo para lograr que la Unesco la nominara como Patrimonio de la Humanidad, cumpliendo en esta labor un gran papel los profesionales que abordaron esta tarea desde el municipio. Una vez cumplida esta etapa, se hizo necesario establecer esta oficina de gestión, que desarrolla su labor a través de diversas áreas. La inversión de 15 mil millones de pesos es un reflejo de que la ciudad fortalece su infraestructura para acoger un creciente turismo de carácter patrimonial y cultural que ya se está apreciando en los primeros días del verano 2007. Por ello, estimamos que este primer año de la Oficina de Gestión Patrimonial del municipio es prometedor y que debe seguir en esta senda, con la coordinación del propio jefe comunal y de su concejo. Para ello tiene a su disposición varios instrumentos, entre otros, los subsidios de rehabilitación patrimonial, que pretenden valorar sectores deteriorados, generando un nuevo mercado inmobiliario y la recuperación de espacios públicos a través de fondos concursables. Se agrega la propia gestión municipal, las inversiones de otras entidades del Estado y la última y de gran relevancia, la participación privada. Coincidimos en que una adecuada gestión permitirá la preservación del patrimonio actual, y posibilitará la renovación o generación de nuevas expresiones que constituirán el patrimonio del mañana. En resumen, una gestión que camina bien y que progresa en beneficio de la ciudad.