Columna de Patricio Herman, publicada en El Mostrador, 8 de enero de 2006. En esta tribuna hemos dado a conocer tiempo atrás dos hechos que le hacen mal a nuestro sistema político en materias de planificación urbana y participación ciudadana. En columna del 07/08/06 denunciamos el intento del Concejo Municipal de Vitacura que quería modificar -haciéndolas más permisivas- las actuales normas urbanísticas de densidad baja de un solo tramo de un barrio consolidado de esa comuna, con el único propósito de entregarle plusvalías patrimoniales a los dueños de sus terrenos: se pretendía la construcción en altura en la Av. Escrivá de Balaguer. Es decir, el alcalde y sus leales concejales buscaban entregarle un “traje a la medida” a esos minoritarios vecinos y de pasada a las sagaces inmobiliarias que se mueven en las sombras. En otra columna del 19/09/06 comentábamos la curiosa y regresiva votación de la Cámara de Diputados, mediante la cual se rechazó la modificación de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, en orden a que se pudiera rebajar el porcentaje de firmas del 10% al 5% para que los ciudadanos inscriptos en cada comuna pudieran convocar a plebiscitos. Recordemos que para acceder al plebiscito se exige que las firmas de los vecinos tienen que ser autentificadas por un notario público y la experiencia indica que llegar al porcentaje vigente es prácticamente imposible y por ello nunca se ha hecho un plebiscito convocado por la comunidad. Los diputados que rechazaron esa loable modificación justificaron sus procederes afirmando que tales ejercicios democráticos eran caros (sic) y así fue como todo quedó en nada. Ahora bien, a pesar de lo anterior y con una voluntad digna de encomio, los vecinos de Vitacura, después de un arduo trabajo de 5 meses lograron juntar las firmas ante notario necesarias para obligar al municipio a llamar a plebiscito. Así serán los vecinos quienes decidirán las modificaciones urbanas en trámite en la Conama. Tenían que lograr 5.300 firmas, equivalentes al 10% de los inscriptos en los registros electorales y llegaron a las 6.600 firmas, más 1.800 de personas que residen en esa comuna pero que votan en otras. Cumpliendo con las formalidades de rigor, el miércoles 20 de Diciembre pasado, los organizados líderes vecinales le entregaron al alcalde Raúl Torrealba la documentación completa para que él convoque, en los plazos establecidos en la ley, el plebiscito de marras, con lo cual la comunidad libremente decidirá si acepta o rechaza la proposición mercantil oficial. Debemos tener presente que esa municipalidad está proponiendo otras modificaciones urbanísticas en distintos sectores de la comuna, ejemplo barrio Los Castaños y Villa El Dorado, todas obviamente con un sesgo pro-negocios. Dado que el fenómeno de los cambios en función del crecimiento ilimitado se ha generalizado, sería conveniente que el Minvu estableciera en la Ordenanza respectiva, instrumento de mayor jerarquía que la planificación comunal, una fórmula que relacionara la cantidad de áreas verdes públicas con la cantidad de habitantes por hectárea en cada comuna, de tal forma que los procesos de densificación estén acompañados siempre de una mayor disponibilidad de áreas verdes comunitarias, aspecto que hemos propuesto en ocasiones anteriores sin resultados favorables. Por otro lado, destacamos que este ejemplo de articulación efectiva demostrado por los vecinos de Vitacura debiera ser imitado por el resto de las comunas, con la idea de que en un futuro cercano toda la planificación urbana sea decidida por los propios vecinos de las distintas comunas, asunto necesario ya que -en muchos casos- las autoridades locales son simples aves de paso no arraigadas con el territorio que administran. Y en tal sentido sería muy urgente que los políticos, quienes no han expresado opiniones con respecto a este logro democrático, modifiquen la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades para que, a partir de la próxima elección respectiva, los candidatos a alcalde y concejales demuestren fehacientemente que viven en la comuna en donde desean ejercer el mandato ciudadano. Esto sí sería una muestra de modernidad y transparencia. Ante el hecho inédito en comento, la ciudadanía deberá estar atenta a lo que suceda con el proceso eleccionario del plebiscito para asegurarse que éste sea debidamente informado en igualdad de condiciones y con presencia de apoderados en todas las mesas electorales. Más aún, ya que su resultado será vinculante sólo si emiten sus votos a lo menos el 50% de los 53.000 vecinos registrados en Vitacura. ___________________________________________ Patricio Herman P. Agrupación “Defendamos la Ciudad”
08 Enero 2007
Regulación urbana: ahora la ciudadanía decide
Columna de Patricio Herman, publicada en El Mostrador, 8 de enero de 2006.
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Patricio Herman
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