Defendamos la ciudad

Carta el director de Patricio Herman, publicada en el diario La Tercera el 03 de enero de 2007. Sr. Director, El Estado de Chile le ha garantizado a los dueños de las autopistas un mínimo de ingresos monetarios si los flujos vehiculares son menores a los esperados. Cuando tales flujos son mayores a los previstos, las autopistas le cobran a los automovilistas unos peajes de "saturación", los cuales son bastante mayores a los peajes normales. Hacemos notar que en estos casos no aumentan los costos de los concesionarios. Es decir, cuando este negocio privado está malo, el Estado con recursos públicos lo subsidia y cuando el negocio está más bueno que lo pensado, el concesionario cobra mayores tarifas a sus clientes, quienes en estos horarios de congestión se demoran más en llegar a sus puntos de destino. Luego, por recibir un peor servicio el automovilista paga más y la autopista gana más. Todo lo anterior es "legal" porque los funcionarios del MOP que redactaron los contratos de las concesiones consideraron que con esos espectaculares "regalos" estaban incentivando la inversión extranjera en este tipo de obras viales. El problema es que a esos funcionarios públicos se les pasó la mano y por ello los concesionarios hablan tan bien de las reglas del juego que hay en Chile para sus inversiones. Si a lo anterior le agregamos que los morosos de peajes tienen que pagar su deuda multiplicada por 40, estamos absolutamente seguros que Chile es el paraíso para quienes se desenvuelven en el negocio de las concesiones de caminos. Atte, Patricio Herman P. Agrupación "Defendamos la Ciudad"