Defendamos la ciudad

Patricio Herman y Jorge Cisternas Agrupación Defendamos la Ciudad Con el término del “Portal del Pluralismo”, hace un año, sentimos una sensación similar a la del cierre del diario “La Época”. El espacio que dispone aquella parte de la población con vocación ciudadana para confrontar sus visiones sobre los problemas del bien común se redujo ostensiblemente con el cierre de ese portal electrónico. En efecto, en el mundo actual, el espacio comunicacional público se compone de tres ámbitos claramente diferenciados: el presencial, el de los medios de comunicación y el virtual. El presencial. Desde el inicio de nuestras civilizaciones hasta hace pocas décadas, el espacio público físico común de las ciudades era la infraestructura del espacio comunicacional público; en las calles, plazas y mercado de abastos, los vecinos tenían la oportunidad de encontrarse y conversar sobre los problemas del bien común y las políticas públicas. En las antiguas ciudades romanas, el espacio que se especializaba en esta función, se denominaba Foro. El de los medios de comunicación. El surgimiento de la prensa escrita abrió un nuevo espacio de comunicación a distancia, sin que la presencia física fuese un requisito. Pero hasta hace pocas décadas, los medios de comunicación sólo estaban disponibles para las minorías que acostumbraban leer y escribir. Es con la radio y después con la TV cuando el espacio comunicacional mediático pasa a constituirse en el principal espacio para la confrontación de las visiones de los ciudadanos sobre sus asuntos de interés común. Sin embargo, los espacios presenciales seguían cumpliendo un papel importante para los asuntos de interés particular. Téngase presente la importancia que tenía “el negocio de la esquina”, “el casino de la escuela”, “el almuerzo en el club”, “la celebración del santo”, “la asamblea del centro de alumnos o de la junta de vecinos” o el “Seminario organizado por tal ONG”. El virtual. El espacio comunicacional público virtual que surge y se desarrolla expandiéndose aceleradamente con la Internet, diluye en diversos aspectos la importancia de los espacios comunicacionales presenciales y mediáticos, reestructurando y revolucionando el sistema de comunicaciones ciudadanas sobre asuntos de interés nacional, local o funcional. En este contexto, surgió el “Portal del Pluralismo”, el que llegó a consolidarse como el principal foro de confrontación para las ideas y visiones ciudadanas del país. La exclusión y discriminación odiosa de los medios de comunicación masiva respecto de las visiones disidentes a las del establishment y respecto de los representantes de organizaciones de la sociedad civil hace que la desaparición del “Portal del Pluralismo” haya reducido ostensiblemente el espacio público de comunicación ciudadana. Hay muchos portales que cumplen similar función, pero creemos que ninguno ha logrado disponer de una oferta con el grado de apertura, pluralismo, oportunidad, pertinencia, profundidad y calidad, con relación a los asuntos de interés público. La demanda ciudadana por un portal con dichas características, existe y seguirá creciendo. Justo cuando el acontecimiento de las elecciones presidenciales abría una oportunidad para confrontar con mayor amplitud las visiones ciudadanas sobre el futuro del país, no pudimos contar con un espacio como el de aquél medio electrónico. Sus responsables han quedado con una deuda, al fin y al cabo, fue un espacio que fuimos construyendo entre muchos; primero, sus lectores; segundo, los que enviaron sus artículos y opiniones; tercero, el equipo periodístico que lo actualizaba día a día; y sólo en cuarto lugar, sus dueños que disponían la logística. Por último y excusándonos por la autorreferencia, creemos pertinente citar la nota que hace exactamente un año le enviamos al periodista Patricio López, su director: “Con profunda pena hemos tomado conocimiento que el ‘Portal del Pluralismo’ ha dejado de existir. Con esta infausta noticia pierde la libertad de expresión y la opinión pública tendrá más restringidos espacios para elegir los medios de expresión que les dan más confianza y seguridad informativa. Con la falta del portal ganan en influencia los que ejercen el secretismo, los cabilderos, los que corrompen y los que se dejan corromper por dádivas, los que violan las leyes al amparo mendaz de la interpretación y aquellos que desde sus privilegiadas posiciones de poder económico ordenan a las autoridades de turno la forma de generar las políticas públicas. Un cordial saludo a todo el equipo periodístico que se desempeñó en la noble tarea de informar sin miedo a decir la verdad”. Tenemos medios independientes, objetivos y pluralistas, son pocos y no llegan al gran público. Nos gustaría que el portal que recordamos reviviera en un tiempo más, para así aumentar la oferta de los medios comprometidos con los valores de la ciudadanía.