Columna de Patricio Herman, de la Agrupación “Defendamos la Ciudad”, publicada en El Periodista, 8 de julio de 2005 El otrora hermoso Cajón del Arrayán, sector de importante hidrografía con su torrentoso estero denominado legalmente “Parque Estero de El Arrayán” no presenta condiciones aptas para el ordenamiento urbano por los obvios riesgos de inundación. A pesar de ello, estamos observando una depredación territorial-ambiental por la irresponsable sobreexplotación de su frágil suelo, amparada por las distintas autoridades. Las riberas del estero, en 25 metros por lado, son áreas verdes protegidas por la regulación urbana y por la normativa ambiental. Algunos vecinos que residen en una urbanización regularmente concebida, nos han informado que la sanitaria Aguas Andinas deseaba violar la faja de protección establecida para ese estero, con el propósito de ejecutar, sin evaluación de impacto ambiental, es decir a la chilena, un acueducto de aguas servidas atentando en contra de la naturaleza del lugar. Formalizamos las presentaciones de rigor y a raíz de ello la alcaldesa de Lo Barnechea ordenó la paralización de faenas, informándole al Superintendente de Servicios Sanitarios con la idea de que éste asuma su responsabilidad fiscalizadora en defensa de ese curso de agua. Los vecinos también nos dijeron que existía un loteo que no considera calles oficiales, las pocas calzadas de servidumbres no están pavimentadas y otras precariedades. En este caso la alcaldesa también paralizó las obras de construcción porque no existía una autorización por parte de la Dirección de Obras Municipales (sic). Como podemos ver, al más puro estilo del Far West, se manejan las materias relacionadas con la ciudad y ello porque la orden del día es privilegiar la inversión sin preocuparse mayormente de las minucias legales que enmarcan el desarrollo. Ya que el Plan Regulador Comunal de Lo Barnechea permite los asentamientos humanos con una densidad habitacional incompatible con la naturaleza del sector, hecho que no se puede revertir, por los derechos adquiridos de los distintos propietarios del territorio, tuvimos que manifestarle por escrito a todas las autoridades sectoriales que : 1) Es indispensable paralizar definitivamente ese proyecto de acueducto de aguas servidas porque su diseño está contemplado en una faja de protección del estero, porque afecta a terceros propietarios de la Urbanización San Francisco del Estero y porque atropella el artículo 9º de la legislación de concesiones de servicios sanitarios. Asimismo les advertimos que era indispensable inspeccionar a la brevedad donde se vierten las aguas servidas de los loteos localizados más al oriente, ya que las aguas del estero están contaminadas. 2) Se debía proyectar el alcantarillado definitivo de Aguas Andinas por el Camino El Cajón y por lo tanto no pasando por lugares inseguros y complejos de revisar, más aún cuando sabemos que en nuestro país no existe una cultura de control preventivo. 3) Argumentamos que ese proyecto de aguas servidas no debía empalmarse al alcantarillado menor y sectorial que se construyó para el Loteo San Francisco del Estero, pues el peligro de colapso sería permanente, ya que esa obra sanitaria se había construido con este mismo mecanismo de hacer la obra más barata y no la técnicamente más adecuada. Por último la CONAMA y la Municipalidad tenían que ponerse alerta porque en el “Santuario de la Naturaleza”, localizado un poco más hacia la cordillera, está sucediendo algo extraño como consecuencia de un ir y venir circulatorio de camiones que transportan materiales no identificados. Sabemos que lo más “eficiente” es botar los escombros en lugares inhabitados y no quisiéramos creer que ese Santuario, protegido por una legislación especial, se esté transformando en un nuevo vertedero irregular del ciento existente en esta región.
31 Agosto 2011
Destrucción de una zona de valor natural
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Patricio Herman
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