16 Enero 2015

Penta financista de la UDI

Columna de opinión de Patricio Herman de Defendamos la Ciudad publicada en portal Quinto Poder el 16 de enero 2014.

En el sistema económico neoliberal al extremo vigente en Chile, el cual genera inmensa desigualdad en los ingresos, en donde los más poderosos que representan al 1% de la población del país, hacen lo que desean, ciertos grupos de poder, originados en el período de la dictadura militar, han estado financiando desde hace mucho tiempo a quienes ellos han elegido para que sean sus diputados, senadores e incluso alcaldes en municipalidades consideradas estratégicas.

Si la UDI es el partido político que tiene la mayor cantidad de parlamentarios sería necesario preguntarse si ello es consecuencia directa de las platas que giraba Penta a sus dóciles candidatos.

En la selección de los favorecidos primaba la ideología y la confianza mutua y esta insana práctica fue posible porque el Servicio de Impuestos Internos (SII) no tiene la suficiente dotación de fiscalizadores y porque la ley electoral fue hecha a la medida de los financistas que aportaban a sus regalones, preferentemente disciplinados miembros de la UDI.

Según la prensa, el mediático caso Penta se conoció porque un fallecido operador de contactos de apellido Valdivia, suponemos que arrepentido de sus malévolas actuaciones, habló hasta por los codos respecto de sus malabares con un funcionario del SII que tenía libre acceso al Fondo de Utilidades Tributarias (FUT) guarida utilizada por los que más tienen y porque el hombre de confianza -Hugo Bravo- de los dueños de este  holding de empresas, al no recibir la jugosa indemnización que él solicitaba, después de que se le solicitara la renuncia, también se puso tan lenguaraz como el anterior. Entre los dos dieron a conocer inicialmente al SII y en seguida a los fiscales del Ministerio Público las evasivas y elusivas prácticas tributarias con las cuales Penta y sus compañías asociadas tenían estupendos resultados en sus balances anuales.

El mercado de valores le rendía pleitesía a Penta y sus mandamases -Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín- eran reconocidos como ingeniosos inversionistas de alto vuelo en las páginas económicas de los diarios y en los salones de moda del sector oriente de Santiago, en donde se discuten los temas de las reformas que el actual gobierno está impulsando. En la muy privada Universidad del Desarrollo (UDD) eran recibidos con honores.

Bravo era el obediente mensajero de Délano y Lavín y él era quien entregaba el dinero a quienes era necesario apuntalar para que fueran elegidos parlamentarios y en tal sentido Penta procedía con rigor en las ocasiones que giraba los morlacos. No todos los políticos de la UDI eran pedigüeños y hasta donde sabemos, los candidatos de RN, a excepción de uno, tampoco recurrían a este emergente conglomerado financiero.

Aquellos dos mecenas le dieron dinero a Longueira  y cuando éste se tuvo que retirar de la contienda electoral, le entregaron unos cuantos milloncitos a Goldborne,  candidato que tenía que competir por una senaduría con Ossandón a quien consideraban muy chúcaro. Asimismo le giraron billetes a Zalaquett para que venciera a Allamand el que, por sus características de viejo político, no brindaba seguridades en orden a que votaría los proyectos de leyes conforme lo decidía dicha empresa.

Por la circunscripción poniente, en la región metropolitana de Santiago, por la Concertación competían Undurraga y Girardi y como había que atajar a este último, al que se le considera muy izquierdista, a través de un tercero que actuó como intermediario, Penta le pasó una cierta suma de dinero a una fundación creada por el actual ministro de OOPP, por un serio análisis de una situación determinada que tal empresa quería conocer. Pero últimamente quienes pagaron tal estudio lo han menospreciado sin saber, quien firma este opúsculo, con qué propósito.

Moreira no se relacionaba directamente con los dueños del holding, pero como había que impedir la elección de la dupla Quinteros-Asencio en el sur, el disciplinado Hugo Bravo, a instancias de sus jefes, se entendía con el suplicante candidato. Ena von Baer era pedigüeña pero después de la elección porque tenía muchas deudas y reconoció que fue un error involuntario enviar el correo electrónico divulgado sobre todo en Twitter. Al coronel Jovino Novoa lo echaron al agua sus secretarias de confianza y por tener ya 70 años de vida se retiró del Estadio Jurídico que compartía con algunos colegas.

El competente economista Andrés Velasco recibió 20 millones de pesos porque en el almuerzo al que fue invitado por estos inversionistas les explicó personalmente ciertas cuestiones técnicas que él maneja con fruición, asunto que le está complicando la vida al ex ministro de Hacienda de Bachelet.

En síntesis, si no hubiera sido por el difunto Valdivia, cuyo hijo está entregando información valiosa, nunca se habría conocido este interesante modus operandi para obtener más altas rentabilidades en los negocios y si la UDI es el partido político que tiene la mayor cantidad de parlamentarios sería necesario preguntarse si ello es consecuencia directa de las platas que giraba Penta a sus dóciles candidatos.

Fuente: http://www.elquintopoder.cl/politica/penta-financista-de-la-udi/

 



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