29 Octubre 2009

Presidenciables y urbanismo

Columna de opinión de Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en diario La Nación el 29 de octubre de 2009.

Columna de opinión de Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en diario La Nación el 29 de octubre de 2009. El 2 de septiembre publicamos la columna “Al fin, presidenciables en foro sobre la ciudad”, donde comunicábamos de un encuentro de este tipo para el 9 del mismo mes en el aula magna de la Universidad Central. Pero como los entonces seis candidatos no confirmaron sus intervenciones, fue necesario postergar la fecha del debate. Así fue como se llevó a cabo el martes 20 de octubre, en el auditorio de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de esa casa de estudios superiores. Está claro que, por motivos aún desconocidos, los temas públicos asociados a las urbes no se encuentran en las agendas de los políticos, salvo escasas excepciones. Por ello no nos extrañó lo acontecido. Recordemos que no se inscribieron en el Servicio Electoral (o retiraron su inscripción con posterioridad) Alejandro Navarro y Pamela Jiles, de tal forma que para la nueva fecha del foro presidencial fueron invitados Sebastián Piñera, Eduardo Frei, Marco Enríquez-Ominami y Jorge Arrate, con la ingenua creencia de que iban a esforzarse por acudir a esta cita ciudadana. De nuevo se restaron y los cuatro, con las formalidades de rigor, se excusaron con distintas explicaciones, aunque el único que no podía estar en el encuentro era el diputado independiente, porque ese día se reunía con el Presidente de Brasil en su país. Por eso fue necesario modificar el formato previsto para el debate. Ante las ausencias de los candidatos, concurrieron los representantes de los respectivos comandos. En el mismo orden señalado en el párrafo anterior, los panelistas fueron los arquitectos-urbanistas Pablo Allard, Genaro Cuadros, Miguel Prieto y Daniel Jadue, que compartió la exposición con su colega Julio Alegría. Quienes moderaron, con singular manejo, fueron la decana de Arquitectura, Eliana Israel, y el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, Pedro Henríquez, ambos de la Universidad Central. Con una gran afluencia de público, mayoritariamente estudiantes, desde las 9:30 a las 13:15 horas, en horario continuado, los expositores plantearon sus particulares puntos de vista en un ambiente de respeto y dejándose los necesarios espacios para que el debate con la concurrencia fuera de verdad. Se habló de todo y en general se criticó no sólo la institucionalidad sectorial, sino, con mayor énfasis, los servicios que deben velar por los equilibrios medioambientales. En todo caso fue sorprendente que los arquitectos, representantes de los respectivos candidatos, aunque con ideologías distintas se manejaran con discursos muy similares, lo que es indicativo de que mejorar la ciudad es posible. En paralelo destacamos las palabras de Moisés Scherman, de la comisión programática de Jorge Arrate, quien señaló: “Esperamos que iniciativas como ésta, donde primó la discusión de ideas y no la descalificación mediática, se multipliquen en el período de esta campaña y que se transformen en una práctica permanente en el seno de las universidades. Sólo así la academia volverá a jugar el rol que nunca debió abandonar en las áreas de la investigación y de la extensión, que son el único camino para motivar a los estudiantes a adquirir un compromiso real y concreto con el desarrollo económico y social de nuestro país”. Pablo Allard, de los grupos Tantauco de Sebastián Piñera, promotor del libre mercado y crítico de las políticas que fijan los límites urbanos en los instrumentos normativos, fundadamente criticó pasadas políticas expansivas de ocupación de suelos agrícolas en la Región Metropolitana. Como somos optimistas, creemos que a partir de marzo de 2010, la auténtica participación ciudadana tendrá un rol protagónico en la gestación de las políticas públicas asociadas a las urbes, con lo cual, en unos años más, lograremos el ansiado desarrollo urbano sustentable y democrático para nuestro país. Y en esta trascendental tarea, las universidades, tanto públicas como privadas, tienen el deber natural de decir basta a la imposición centralista y mercantilista que nos agobia desde 1973 a la fecha. Desde esta tribuna, les formulamos un reconocimiento público a los académicos Walter Folch y Jonás Figuera, quienes con denodados esfuerzos supieron darle sustancia al encuentro temático que sucintamente hemos comentado.



Inicia sesión para enviar comentarios