Ayer fue el Palacio Iñiguez en plena Alameda de Santiago, hoy ardió el Mercado de Concepción. Ambos incendios despiertan sospechas respecto a su origen. En el caso del Palacio Iñiguez, Monumento Nacional adquirido hace tiempo por el Duoc, se sabe que el Consejo de Monumentos Nacionales había rechazado algunos anteproyectos por tratarse de propuestas demasiado invasivas, que sólo mantenían la fachada del inmueble, evocando el recetario de los inversionistas modernos practicado con el edificio del diario Elo Mercurio en el centro de Santiago o la Ferretería Montero en la misma Alameda con San Martín.
Es verdad que el Mercado de Concepción está afectado por un interminable litigio judicial respecto a su propiedad, que ha traído su acusado deterioro. Miel sobre hojuelas para las inmobiliarias, al acecho de un inmueble situado a una cuadra de la Plaza de Armas de la capital penquista.
El edificio tuvo su origen en un concurso público de arquitectura convocado por el MOP con posterioridad del terremoto de Chillán que provocó enormes daños también en Concepción.
El certamen fue ganado por una dupla notable de profesionales integrada por los arquitectos Ricardo Müller, y Tibor Weiner. Mulkler que también fue un destacado atleta, había representado a Chile en las olimpíadas de 1936 celebradas en Berlín, y se inspiró en el Estadio Olímpico levantado allí con motivo de dichos Juegos Olímpicos, para proyectar nuestro Estadio Nacional, inaugurado a fines de 1938.
Por su parte, Tibor Weiner, se inscribió el año 1929 en la mítica Escuela de Diseño de la Bauhaus, después de finalizar sus estudios en Budapest. Posteriormente, viajó a la URSS en 1930 .integrando un equipo encabezado por el arquitecto suizo Hannes Meyer, entonces director de la Bauhaus, para integrarse a los múltiples desafíos que se había planteado la joven república socialista, país donde tuveron a su cargo diversos proyectos de arquitectura y urbanismo, .
La proximidad de la segunda guerra mundial empujó a Weiner a buscar refugio en Chile adonde arribó el año 1939.
En conocimiento de su carrera profesional, Muller invitó a Weiner a colaborar en las terminaciones del Estadio Nacional y posteriormente extendieron su sociedad participando y ganando varios de los concursos convocados en el marco del plan de reconstrucción del sismo de 1939.
El Mercado de Chillán, inaugurado en 1941, es un ícono de la arquitectura moderna en Chile. Su esbelta estructura consistente en vigas parabólicas de hormigón permite cubrir una luz de 50 metros de ancho sin un solo elemento estructural al interior. Es una obra imponente y su demolición sería un nuevo atentado a nuestro escuálido patrimonio arquitectónico.
Francamente abrigo mis dudas sobre las causas del siniestro, y al igual como ocurrió con el incendio que afectó al edificio de la UNCTAD, no faltan interesados investidos de un supuesto rigor profesional que aconsejarán su demolición. Solicito a nuestro Colegio de Arquitectos organizar con rapidez las acciones que sean necesarias para defender este digno trozo de nuestra historia.
No podemos permanecer indiferentes ante un nuevo despojo de nuestro pasado.
Miguel Lawner 28.04.2013.