14 Octubre 2011
EN DECLARACIONES A LA SVS

Contralor Interno Revela Prácticas de La Polar Para Ocultar Información

El todavía contralor interno de La Polar, Alejandro Aedo, explicó en sus declaraciones que el 96% de las transacciones por renegociaciones de la multitienda, se efectuaban en el hasta hoy desconocido “local 70”, el que habría sido el centro de las normalizaciones y repactaciones automáticas. Sólo el 4% de estas operaciones era informado a la auditora PwC. Estrategia 14 de octubre 2011.

El “caso repactaciones unilaterales” de La Polar no para de sorprender. En esta ocasión, el todavía contralor interno de La Polar, Alejandro Aedo, proporcionó antecedentes relevantes a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en sus más de tres horas de declaraciones.

Aedo contó que en junio de este año, el jefe de Auditoría, Héctor Quezada, y el subgerente de la misma área, Mario Oliva, le consultaron sobre el universo de transacciones por renegociaciones cursadas en el 2010, entregadas por la Subgerencia de Crédito –entonces liderada por Juan Carlos Leiva– a la firma externa PwC para que seleccionara 60 muestras de casos con el objeto de validar que se cumplieran las políticas de crédito.

Quezada y Oliva, en la ocasión, presentaron a Aedo los archivos en cuatro hojas de Excel, que se referían al período enero-octubre de 2010. “A simple vista y al totalizar la cantidad de registros, hice un cálculo aproximado que eran setenta mil y ochenta mil transacciones. De acuerdo a mi experiencia, de haber un informe similar el 2009, me pareció extraño porque muchas veces en tres o cuatro días se cursaban esa cantidad de transacciones”, confesó a la SVS.

En la misma línea, Aedo reveló que, al identificar cada celda de transacciones y al ver el hasta ahora desconocido “local 70”, que era la matriz de calle Panamericana en Santiago, “visualicé que no había ninguna transacción de dicho local. Solamente contaba con transacciones realizadas en sucursales. De lo anterior, se puede reflejar que cualquier muestra de ese archivo iba a contar con pagaré, porque las transacciones de tienda siempre eran realizadas en forma presencial por el cliente. Por lo que siempre una prueba de auditoría sobre ese universo iba a resultar positiva”.

Aedo aseguró, de este modo, que no fue necesario ver los montos totales de transacciones para notar que no estaba el universo real. De hecho, un 4% de estas operaciones se hacía en tienda –única información que fue entregada a PwC– y el restante 96% en el “local 70” –al comparar el período enero-octubre 2010 con igual lapso de 2009–, lugar en el que se efectuaban las ya conocidas normalizaciones y repactaciones automáticas de créditos.

El Informe

Mientras, Aedo precisó que todos esos datos que comparó los obtuvo de un trabajo que se realizó el año 2009, “donde se señala que habían alrededor de 200 mil y 300 mil transacciones fuera de la política de la empresa (firma, huella, abono y pie), este informe lo entregué a Mario Oliva y según lo que me indicó lo informó a la gerente corporativa de Administración –María Isabel Farah– y desconozco por qué no se le copió a otros gerentes como el de Productos Financieros –Julián Moreno– que tenían relación con estos datos”. Por lo que de todas formas, PwC podría haber notado el ocultamiento de datos.

Este informe, afirmó Aedo, lo llevó a cabo por iniciativa propia, pues no le cuadraba la información oficial de La Polar con la de la página reclamos.cl, donde ya existían denuncias por renegociaciones sin consentimiento. Pero no trascendió, a causa del nulo interés de las diferentes áreas relacionadas.

Borrando Información

Es más, Aedo relató un momento clave, en ese sentido. De vuelta de Colombia en junio pasado, “Mario Oliva nos dice que había conversado con María Isabel Farah, y que ella le dijo que nosotros debíamos desconocer que existían las renegociaciones unilaterales, y ella le dijo a él: ‘Sálvense como puedan’. Mario Oliva solicita que, a petición de María Isabel, había que borrar información sobre el caso, entonces le señalo que claramente al hacer eso nos convierte en partícipes y ya tenemos la evidencia necesaria que esto es fraude”.

Luego, Oliva responde a Aedo: “¿Tú crees que esto era un fraude?, y entonces le contesté que así era porque nos solicitaban que desconociéramos la información que habíamos generado, el auditor de It le señala a Mario Oliva que no iban a borrar información de sus trabajos, y el jefe de Auditoría, por su parte, no realiza comentarios”.

“Quedamos en la postura que no íbamos a borrar nada. En la tarde, entra a la oficina Fabiola Maldonado, gerente de Contraloría, habla con Mario y cuando se va retirando nos dice: ‘Ya hablaron con ustedes que tienen que resetearse’, sale, y yo voy al puesto de Mario Oliva y vuelvo a insistir que al contrario de borrar y desconocer nuestra información debíamos compartirla, estábamos en esa discusión, cuando por medio del hecho esencial que comunicaba la renuncia de María Isabel Farah, la postura del subgerente de Auditoría cambió y señaló: ‘No está la que dio la orden, así que cambiamos la estrategia, no se hace nada’”, detalló Aedo.




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