21 Junio 2021

Bien Orrego, ahora coraje para tener planificación urbana y ordenamiento territorial

Por Juan Pablo Vigneaux Bravo, Arquitecto I.C.A. 4563, Asesor Externo Cámara de Diputados.

 

Visto lo expuesto el 14/06 en la columna de Patricio Herman en biobiochile.cl “Bien Orrego, ahora a exigir el apego a la ley” , estimamos que es  ineludible y un  imperativo ético referirse a los graves  hechos denunciados en materias de Instrumentos de Planificación Territorial (IPT), no respetados por quienes  lucran escandalosamente amparados en sus títulos de dominio del suelo y por quienes les  sirven profesionalmente para consolidar sus proyectos.  

 

Una causa principal de lo que ocurre es la permanente transgresión y modificación de los  IPT a causa del  modelo de desarrollo urbano y territorial llamado “planificación por condiciones” que responde y consolida una supremacía escandalosa del  derecho de propiedad privada del suelo sobre la condición de este recurso no renovable que es , en su esencia primaria y principal, un  bien nacional, común.

 

Se requiere un cambio de raíz, de política pública, la derogación de la  Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), publicada el 2014, y,  necesariamente,  la derogación de leyes y decretos que responden a esta política.   En consecuencia, la situación en materias de planificación urbana y territorial es mucho más grave para los Gobernadores, para el Gobernador Orrego,  que el  “ahora exigir el apego a la ley” que le  indica P. Herman.   

 

Recordemos que el 2000 se derogó el Decreto N°31 de 1985, “Política Nacional de Desarrollo Urbano”, qué aun estando promulgado y publicado el año 1985, bajo la presidencia del General Pinochet, respondía a un Estado garante, con la función privativa del Estado de la planificación urbana y territorial, lo que obviamente contradecía al modelo neoliberal de “planificación por condiciones”. 

 

El fundamentar con algo más de detalle o profundidad el  que  la PNDU -que ha  consolidado definitivamente en el país  la “planificación por condiciones” con la  ley 20.958 que se deriva de ella y de posterior publicación en el diario oficial-, es una causa estructural, lo exponemos en otro escrito o  columna a raíz del rechazo legislativo al  proyecto ley de Integración Social del Minvu recientemente en el Senado, y la hemos  titulado “Comienza el derrumbe de la Política Nacional de Desarrollo Urbano del Minvu”. Declaramos tener la total responsabilidad de lo que se expone bajo este título, opinión que puede, estimamos, considerarse como un borrador de un informe o contraloría de conveniencia y resultado de la PNDU,  y que se ha enviado a arquitectos urbanistas miembros activos del Colegio de Arquitectos A.G. (CA), algunos con cargos en su directorio, solicitando un debate, y proponiendo que el CA haga una contraloría como la señalada y no sea ésta solo una responsabilidad del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) hacerla (siendo juez y parte ), y, estimando,  que el CA debe ser  parte activa en las asesorías a Gobernadores  y a los Constituyentes. .  

 

El que Claudio Orrego, en su cargo de Gobernador,  impulse las tramitaciones para las   derogaciones que señalamos  lo vemos muy difícil, teniendo el lobby y la presión en contra de todo el empresariado que votó por él, de la Banca, AFP, Fondos de Inversión, etc. de todo el poder económico, porque, además, ha capturado este poder económico al Estado, al poder político, y, lamentablemente, también a la academia.  Pero tampoco esto estaba comprometido o anunciado en su programa por su contrincante,  Karina Oliva.

 

Y sobre el proyecto Chaguay al que se refiere P. Herman, proyecto que rechazamos de plano y lo consideramos inaceptable, bueno sería que la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) se pronunciara. 

 

Recordemos que el 12 de  enero de 2018 se nos informaba (El Mercurio) que la ADI  contrataba a  Atisba para "reunirse con un amplio sector de actores públicos y privados, escucharlos y luego desarrollar propuestas para impulsar un proceso de densificación equilibrada" preocupados por la creciente judicialización de obras que tenían  permisos de edificación aprobados por distintos Municipios, y por la revocación o nulidad  de  éstos por Tribunales resultado de largos procesos judiciales.  Un día antes, se había publicado  una Carta al Director del presidente de la ADI con el  título “Desarrollo Urbano y Negocio Inmobiliario”. 

 

No ha sido  una solución , como se  señalaba por el presidente de la  ADI en dicha carta,  el que  nos sometamos a  una PNDU  promulgada y lo que en materias de ésta se  avanzaba y ha continuado  avanzando  el CNDU.

 

Vemos que el problema continúa y se agrava. La ciudadanía ve con  frecuencia que  se beneficia a los desarrolladores inmobiliarios, justificándose esto por  la incidencia de esta actividad en el PIB y el desarrollo económico del país  y el empleo,  y por  declaraciones de obsolescencia  de los IPT y Planes Reguladores. Y se ha complejizado al extremo la  certeza jurídica.

 

Otro  punto que  es un factor relevante en el escenario actual -y  que se había  encargado lo analizara Atisba para la  ADI el 2018- , es la ética profesional, es la responsabilidad ética que les cabe  a los profesionales de la construcción.  El respaldo en la legislación urbanística y medioambiental y el respeto a los IPT en la prestación de servicios como Arquitecto, y más aún  en proyectos como Chaguay, es un asunto ético trascendental y de alto impacto en la libre competencia, que tiene como pilar el respeto a la ley.  Y transgresiones gravísimas a este marco normativo o legal deben ser sancionadas por los Colegios profesionales. 

¿Qué concluyó y/o recomendó  Atisba? ¿Qué dice la ADI respecto a este proyecto Chaguay?

 

 

 

 

 

En adjunto lea opinión a la que se hace mención en el texto de la columna, “Comienza el  derrumbe de la Política Nacional de Desarrollo Urbano del Minvu”.

 

 

 

 



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