15 Enero 2016

El empresario Nicolás Ibáñez se indignó

Por Patricio Herman

En Chile los que tienen el poder económico, como también los poderes políticos y religiosos, recordemos que Nicolás Ibáñez es un devoto de Los Legionarios de Cristo, son particularmente arbitrarios y discrecionales en sus decisiones porque saben que aquí reina la impunidad más absoluta. 3

En el título de la columna nos referimos al influyente y poderoso empresario supermercadista que se enojó con todos y más aún con el gobierno, a quien lo criticó ásperamente, porque la Fiscalía Nacional Económica (FNE) concluyó que los supermercados Walmart (ex Líder), hasta hace poco tiempo de él y de su hermano, Cencosud, de Paulmann y SMU, de Saieh, se habían coludido para distorsionar las reglas del libre mercado.

Ibáñez era el regente de Walmart en las fechas en que se descubrieron sus malas prácticas comerciales y en link se aprecia en qué fecha sus acciones fueron vendidas en US$ 1.500 millones, obteniendo un gravitante sobreprecio accionario, al gigante mundial del retail Walmart. Es decir, desde noviembre de 2013, los hermanos Nicolás y Felipe Ibáñez Scott ya no se desenvuelven en este tipo de lucrativos negocios, los que son sumamente más atractivos cuando los oferentes de mercancías se ponen de acuerdo con sus competidores para esquilmar a los atomizados consumidores.

Estos abusivos comportamientos comerciales existen en Chile porque las leyes son muy relajadas, razón más que suficiente para que los pocos actores que existen en los diferentes mercados los practiquen pues ellos saben que cuando sus pillerías son detectadas por el aparato público las penas son insignificantes y las cumplen felices de la vida en sus casas. Mal que mal ellos son los que financian las campañas políticas de aquellos que ejercen tanto el poder ejecutivo como el poder legislativo.

La familia Ibáñez es oriunda de Valparaíso y con motivo de la irritación difundida por el ex dueño de las cadenas de supermercados Líder, compartimos con los lectores la reciente columna de opinión del periodista deportivo Aldo Schiappacasse, en la cual da cuenta de una pavorosa conducta mercantil del dueño del antiguo club de fútbol Santiago Wanderers de esa ciudad puerto. Ver link

En Chile los que tienen el poder económico, como también los poderes políticos y religiosos, recordemos que Nicolás Ibáñez es un devoto de Los Legionarios de Cristo, son particularmente arbitrarios y discrecionales en sus decisiones porque saben que aquí reina la impunidad más absoluta. Aquellos que se hacen llamar líderes de opinión, por mucho tiempo han tenido el descaro de menospreciar a los países vecinos endilgándoles a ellos la lacra de la corrupción, señalando que nuestro país es una isla de honestidad en Latinoamérica, lo que, por lo menos quien suscribe, siempre en diversas publicaciones ha dejado de manifiesto que ello no es así : hemos sido igual que el resto, con la diferencia de que aquí nos auto engañamos, creyéndonos íntegros en nuestro quehaceres, contando para ello con la tolerancia de la prensa tradicional.

Los que efectivamente mandan, el 0,1% de la población, han tenido la habilidad de mentir desembozadamente para que la comunidad internacional creyera que somos los “ingleses” de esta parte del mundo y por muchos años, los organismos financieros, han pisado el palito. La casta dominante, con las debidas excepciones, continuamente ha burlado a una ciudadanía en general poco avispada, la que, en el último tiempo, está tomando conciencia de sus derechos.

Ya que estamos dando ejemplos de pillerías de este conspicuo empresario, debemos tener presente que una de sus empresas intentó sacar ventajas indebidas con motivo de una decisión ilegal, tanto de la Dirección de Obras como de la División Jurídica de la Municipalidad de Valparaíso, con motivo de un negocio inmobiliario de 26 edificios en el barrio O’Higgins de esa ciudad, asunto que se refleja con infinidad de detalles en link.

Esa empresa de Ibáñez hizo malabares para sortear una disposición legal en el ámbito de Vivienda y Urbanismo, pero la Contraloría General de la República puso las cosas en su lugar y por ello es conveniente leer el link precedente.

Y ya que estamos hablando de malicias privadas, en el primer semestre del año 2012, Walmart comandada por Ibáñez, pretendió engañar a la Municipalidad de Pudahuel para construir el Supermercado Híper Líder Pudahuel, en un terreno no apto para ese tipo de equipamiento comercial. En efecto, en el Plan Regulador respectivo ese predio está definido con un uso de suelo “equipamiento deportivo áreas verdes y vialidad” y a pesar de ello la empresa Walmart Chile Inmobiliaria S.A. obtuvo unos permisos truchos por parte de una ignorante Dirección de Obras Municipales. Esta ilegalidad llegó a la Contraloría General de la República, la que hizo su pega fiscalizadora, declarando la improcedencia de la inversión y sancionando a los arquitectos funcionarios quienes, omitiendo vital documentación, se prestaron para posibilitar el negociado.

Como vemos, Nicolás Ibáñez no es una santa y blanca paloma. El actúa, como lo hacen casi todos los grandes empresarios, con una astucia desbordada, claro que en algunas ocasiones sus temerarias iniciativas no producen los resultados que él buscaba.

Fuente: http://www.eldinamo.cl/blog/el-empresario-nicolas-ibanez-se-indigno/



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