31 Marzo 2013

Caballo de Troya en Las Condes

Columna de opinión de Enrique Cisternas Cifuentes, publicada en El Quinto Poder 28 de marzo 2013.

En la sesión ordinaria N°769 del Concejo Municipal de Las Condes, de fecha 7 de enero de 2013, se tuvo oportunidad de presenciar una moderna versión del astuto Ulises, presentando la idea engañosa de hacer una determinada operación que en realidad encubre otras intenciones.

En efecto, “solo a modo de información, no se requiere tomar una decisión en esta sesión”, fue solicitada la autorización para enajenar un terreno de Cuarto Centenario 951. Terrenito pequeño de sólo 227 m2, que el propietario del Centro Comercial Los Molinos pretende ocupar para instalar unos estacionamientos. No obstante que si se aplica el trazado de la línea de antejardín el tamaño se reduce a 59,46 m2. Este terrenito es propiedad municipal, que se encuentra inserto dentro de un triángulo de propiedades privadas y que se había quedado allí olvidado desde hace unos 20 años.

Surgieron desde los concejales varias preguntas, tales como ¿por qué no usar un arrendamiento de servidumbre de paso? ¿Por qué no dejarlo como estacionamiento municipal de bicicletas, o por qué no dejarlo como una plazuela o área verde? ¿Por qué no planificar un desarrollo urbanístico de mayor envergadura?

A todas las preguntas se les dio respuestas negativas y el propio Ulises del siglo XXI se encargó de aclarar: “si se llegara a fusionar el terreno del Centro Comercial con el municipal tendría un costo aproximado de 30 o 40 UF el metro cuadrado” y, agregó, “cuando se transfiere un bien, el nuevo propietario adquiere el derecho de hacer lo que estime conveniente con el terreno”. El Administrador municipal aclaró más las cosas indicando que la tasación ya hecha por el banco BCI “daría un total de 102 millones de pesos”.

Los que vivimos en Las Condes sabemos que cualquier casa vale hoy más de 130 millones, pero este terreno no es cualquier cosita. Desde el Plano Regulador de los años 90, sólo tres sectores de la comuna tenían la clasificación EAa+cb como área de edificación.

1) El triángulo entre Los Troyanos, IV Centenario y Cristóbal Colon (que es el que nos convoca).

2) La franja sur del Estadio Palestino, por Las Condes desde Padre Hurtado hasta Kennedy.

3) El triángulo entre Latadía, Vespucio y Bilbao.

En la modificación del Plano Regulador hecha el año 2010, desaparece la clasificación EAa+cb pero aparecen las EAa+cm y EAa+ca. Estas siglas significan que el plano autoriza edificaciones en altura con continuidad media y con continuidad alta; las que en ambos casos permiten 15 pisos con un máximo de 52 metros.

En la clasificación uso de suelo, este mismo sector es comercial 1 (Comercio e Instituciones Comerciales). El caso específico de Los Troyanos es EAa+ca C1, de “re chupete”.

Los profesionales de la industria inmobiliaria saben que en dichos sectores los valores son más altos que en los meramente habitacionales, porque se han ido cubriendo con uso especialmente comercial. En otras palabras, se podría llegar a construir uno o más conjuntos de edificios de altura que reservarían sus plantas bajas para uso comercial y los pisos superiores para oficinas o habitación. Nuestro Ulises se los advirtió a todos, pero la enajenación se aprobó con sólo dos votos en contra: Cecilia Serrano y Tomás Fuentes.

No puede dejar de venirnos a la memoria un proceso semejante cuando se inició el proceso de entregar en concesión un trozo del Parque Araucano a empresarios privados del entretenimiento. En esta oportunidad se inició todo con la aprobación del Concejo para la construcción de una piscina de 1.500 metros cuadrados, bautizada como Parque Acuático, y a los pocos años se llegó a tener más de 40 mil metros cuadrados en 5 niveles bajo el piso y dos sobre el nivel del suelo. Un enorme sector de área verde se perdió, la municipalidad obtuvo un menguado beneficio y la parte del león se la llevó el concesionario privado.

Seis juntas vecinales y la organización Defendamos la Ciudad hicimos la denuncia ante Contraloría el año 2011, pero sin respuesta hasta la fecha.

El nuevo concejo municipal, con inmensa mayoría de debutantes, no han podido o querido defender el interés de los vecinos que hace años venimos pidiendo que, ante problemas de esta envergadura, se decida previa consulta democrática, participativa y vinculante a quienes vivimos en la comuna, soportando el asedio de las inmobiliarias, el crecimiento desmedido del parque automotriz y la pérdida de áreas verdes. Nadie se la juega por consultar la opinión de los vecinos.

Creemos que el concejo municipal debe abrir más los ojos y pedir que este acuerdo se revise, preguntando por ejemplo a los pocos propietarios de casas de la calle Los Troyanos cuánto les están ofreciendo ya las inmobiliarias por ellas. ¿A qué valor llegará la manzana completa y cuánto ganarían las constructoras? La aprobación del Plano Regulador ya es un hecho, así como el acuerdo municipal de echarle para adelante. Posiblemente Ulises ya conozca las respuestas y después dirá “yo les dije”.

Nos parece que esta operación es una más entre las destinadas a inflar lo más posible la burbuja inmobiliaria en Las Condes.

En la misma sesión de enero ya mencionada, se trató también el tema de la Autopista Vespucio Oriente, quedando los Concejales con la idea de que sólo hay que esperar a que el MOP apruebe el túnel minero (la solución más cara y menos destructiva). Los recursos de todos los chilenos irían a financiar una obra faraónica.

Por otra parte, la publicitada solución del tranvía (que efectivamente disminuiría la polución de CO2) traerá consigo la sobre valoración de terrenos en su cercanía. Aquí habrá aportes combinados del Estado y de la Municiplidad.

Nuestro alcalde ha declarado que cerrará su último período de 4 años con el cumplimiento de todos sus sueños y parece que realmente lo logrará. Los vecinos posiblemente tengamos pesadillas.



1 comentario

  • Enlace al Comentario roberto 28 Julio 2013 roberto

    Todo lo que hoy se hace son consecuencias negativas bien pude entenderse como el Caballo de Troya. También el Mall de Castro que aprovecha las ganas de los castreños por tener un recinto cerrado abrigado calefaccionado donde comerse un sanguche caliente es usado por el inversionista para robarles a 40 comerciantes de la ciudad sus locales, sus clentes, sus ingresos, y sus derechos, todo por supuesto asociado a la autoridad política que usando la misma necesidad de la gente, vende las calles, las plazas, las casa, para obtener por ellas suculentos recursos económicos que le lleven a comprar una silla en el parlamento o donde sea, pero una silla desde donde seguir robando y construyendo mas caballos.

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