Defendamos la ciudad

Carta al director de CHRISTIAN DE GROOTE, publicada en blogs de El Mercurio el 07 de febrero de 2009. Seguramente hubo un tiempo en el que casi todos los santiaguinos visualizábamos el edificio denominado La Portada de Vitacura, ubicado en la punta de diamante entre Vitacura y Costanera Andrés Bello. Pues bien, aunque parezca increíble, en ese mismo terreno, manteniendo intacto el antiguo edificio de departamentos y demoliendo sólo parte de la placa comercial, se está levantando uno de los edificios ícono de esta década, el Titanium, de 53 pisos de altura, lo que, dada la paralización del Costanera Center, lo convertirá en el edificio más alto de Chile durante un buen tiempo. Ahora bien, el apetito inmobiliario y la falta de visión urbana se conjugaron para que se le agregara a la torre una excrecencia hacia la avenida Vitacura, como si le hubiera quedado adherido algo del antiguo edificio La Portada, lo que le quita toda la nobleza que podría haber tenido al llegar limpia al suelo y entregar un espacio a la ciudad y no limitarse a la pobre vereda que la rodea. Asimismo, los "restos" del antiguo edificio, con el corte obsceno de la placa comercial y con sus veredas, estacionamientos y locales comerciales convertidos en tierra de nadie durante los últimos 40 años, proporcionan el entorno menos propicio posible a una torre que pretende mostrarse como símbolo del siglo XXI. No se aprendió nada de los errores de la antigua Portada de Vitacura. Por otra parte, en lo que respecta a la paralización del Costanera Center, dentro de lo traumático que resulta desde el punto de vista urbano, no todo es de lamentar. Por un lado, las obras de mitigación vial podrían ejecutarse, como indica el buen sentido, antes de que este megacentro entre en operación, con lo que el MOP y la municipalidad no se ahorrarían, pero sí disminuirían, los dolores de cabeza que van a significar dichas obras, sobre todo el túnel bajo la Costanera Andrés Bello. Además, esto permitiría absorber mano de obra que ha quedado cesante en razón de la paralización. Por otro lado, a Cencosud este traspié monumental le permitirá sacar lecciones y repensar desde sus cimientos el Costanera Center, pues es un proyecto que sin duda está fuertemente sobregirado en superficie construida y programa, con una explotación de la constructibilidad hasta límites irracionales, sin dejar un solo espacio libre que dé a este megacentro literalmente un respiro y, lamentablemente, sin ningún tipo de visión o de consideración por la ciudad y sus habitantes.