23 Enero 2008

Es Hora de Pensar en el Gobierno de las Metrópolis Chilenas

Columna de Miguel Prieto, miércoles 23 de enero de 2008

Columna de Miguel Prieto, miércoles 23 de enero de 2008 Santiago sin duda es una gran área metropolitana ,su tamaño ,su complejidad y el centralismo exagerado de Chile han hecho del Gran Santiago el principal polo económico, cultural y político del país En la segunda mitad del siglo XX, las metrópolis en el mundo se han ampliado y consolidado en el plano demográfico, pasando a ser por ello un territorio crucial para el buen funcionamiento de nuestras sociedades. En América Latina más del 60% de la población vive el las ciudades y el 80% de la población europea vive también en ciudades, y allí en Europa la mayor parte de la población vive en grandes ciudades, que se desarrollan y crecen tanto ,que es difícil fijar sus límites, a causa de las profundas transformaciones derivadas del transporte de gran velocidad y de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. Los conceptos estadísticos empleados para definir o percibir la condición urbana y metropolitana están cada vez más anticuados y obligan a los investigadores a idear otros conceptos nuevos para tomar en consideración la evolución en curso, como es, por ejemplo, el caso de Francia, donde se manejan hoy los conceptos de zona urbana metropolitana y de polo urbano para aprehender los fundamentos dinámicos de las ciudades. Es ésta una novedad trascendental. ¿Dónde termina en efecto la metrópoli parisiense? ¿Termina en Île-de-France, o bien engloba una parte de las regiones periféricas? El Gran Londres es una designación hoy anticuada en lo que atañe a la economía londinense o a sus problemas de movimiento de personas en esa metrópoli, porque el territorio pertinente para entender estos problemas y formular una política adecuada es probablemente el sureste británico, en su totalidad o en un círculo de unos 160 kilómetros de diámetro cuyo centro sea Londres. Se puede decir lo mismo de la mayoría de las metrópolis europeas (Madrid, Milán, Francfort, etcétera). En suma, la extensión demográfica y espacial de las metrópolis obliga a movilizar a muchas más administraciones territoriales que antes, lo cual complica su gobernación. Una extensión urbana semejante ,como es el caso también del área metropolitana de Santiago, necesita imperiosamente de la GOBERNABILIDAD METROPOLITANA porque impone obligatoriamente una coordinación de los actores, y en particular de las administraciones territoriales, implicadas en los asuntos de la metrópoli. Mirando Europa nuevamente ,la metrópoli milanesa cubre hoy el centro de Milán y más de 170 municipios de la provincia del mismo nombre. Pero si se quiere tratar la mayoría de los problemas de esa zona urbana hay que englobar también la totalidad de esa misma provincia, la región de Lombardía y probablemente algunas de las grandes ciudades periféricas que dependen en gran medida de la economía metropolitana, como Bérgamo, Brescia, Como, Pavía o Varese. La segunda gran repercusión se refiere al CONTENIDO DE LOS PROBLEMAS Y LAS MEDIDAS POLÍTICAS PERTINENTES. Los nuevos problemas que tienen pendientes la sociedad urbana y quienes pretenden dirigirla son de carácter intersectorial, por lo que se diferencian sensiblemente de los de ayer, algunos de los cuales perduran. Hoy en día, los problemas de transporte lo son de movimiento de personas, y este cambio semántico pone claramente de manifiesto su evolución. Para tratarlos no basta ya con construir infraestructuras, sino que hay que tener en cuenta su contexto sociológico (la movilidad) y socioeconómico, así como otros factores; por ejemplo, el medio ambiente y la seguridad. La solución del área metropolitana de Santiago pasa en gran medida por la PLANIFICACIÓN REGIONAL DEL PAÍS QUE DESCENTRALICE EFECTIVAMENTE las actividades productivas ,culturales y de gobierno. Los actores públicos chilenos en la actualidad, se sienten impotentes ante esas nuevas características de los problemas metropolitanos, en particular porque su competencia y su facultad de percibirlos siguen siendo sectoriales a causa de su organización por sectores de la acción pública, en difícil equilibrio hoy con la INTERSECTORIALIDAD de los asuntos pendientes. Se trata de una crisis de legitimidad de los actores públicos, porque no están ya en condiciones de atender las reivindicaciones sociales. Esa crisis de legitimidad es lo que justifica la pérdida de centralidad y poder del Estado y de los demás actores públicos en el quehacer de nuestras áreas metropolitanas chilenas, principalmente del área metropolitana de Santiago. El sector público en Chile necesita un nuevo ENFOQUE MULTISECTORIAL y la participación de otros actores y de las redes sociales, desarticuladas en el gobierno militar, para comprender, diagnosticar y resolver los problemas metropolitanos que se le plantean, por cuanto al legitimidad del Estado depende en parte de que sepa solventarlos. En ese contexto de Gobernabilidad Metropolitana ,se pueden validar en las áreas metropolitanas chilenas los procedimientos de referéndum o de iniciativa popular en un gran número de políticas públicas urbanas, lo cual es un buen ejemplo para legitimar y optimizar la planificación metropolitana.



Inicia sesión para enviar comentarios